Herpes ocular: síntomas y tratamientos
Descubre cuáles son los síntomas y los tratamientos para el herpes ocular
La infección por el virus del herpes es una infección muy frecuente que también puede afectar al ojo. La localización habitual suele ser el globo ocular y sus estructuras nerviosas. Asimismo, también puede afectar a los tejidos cutáneos circundantes, como los párpados o las cejas y demás estructuras externas oculares.
Pero, ¿qué es el herpes?
El virus del herpes es un virus común que afecta al ser humano. Existen dos tipos de Virus del Herpes Simple (VHS)
1 Tipo 1 (VHS-1): causa úlceras y puede afectar a la cara (por ejemplo, los labios) y los ojos.
2 Tipo 2 (VHS-2): provoca fundamentalmente infecciones genitales.
¿Qué síntomas oculares provoca el herpes ocular?
Sin embargo, lo más habitual es que se formen vesículas sobre la superficie cutánea. Posteriormente, estas lesiones iniciales evolucionan y pueden formar pústulas y curarse en menos de una semana.
Pero también puede afectar a la córnea (superficie ocular), dando lugar a enrojecimiento, lagrimeo, fotofobia, cefaleas y sensación de tener algo molesto en el ojo.
Otra manifestación herpética menos frecuente es la afectación interna del ojo, como la retina o la estructura nerviosa ocular y que, en ocasiones, puede provocar pérdida de la visión.
¿Cómo se contrae el herpes ocular?
La vía de contagio habitual del virus herpes es por contacto directo. Normalmente, las cepas se multiplican en las vesículas y se trasladan de huésped mediante el contacto directo. Tras la colonización, el paciente puede infectarse o padecer una mínima expresión de la infección. Posteriormente, es posible que el virus quede acantonado en ganglios y nervios perioculares.
En esas zonas, el virus queda inactivo hasta que se produce una reactivación del mismo. La disminución de la inmunidad puede favorecer esta reactivación, aunque no es la única causa. También pueden incidir el aumento del estrés o los traumatismos.
¿Cuál es su tratamiento?
El tratamiento depende de la estructura ocular a la que afecte la infección vírica:
El problema de la infección herpética es que puede dejar cicatrices que forman zonas de retracción y como consecuencia pueden alterar la visión. Además, puede aumentar la presión intraocular y provocar glaucoma. Por todas estas razones, es muy importante el seguimiento del oftalmólogo.
¿Es prevenible el herpes ocular?
El virus del herpes simple es muy contagioso, pero solo una proporción mínima de los contactos producirán infección ocular. Es importante la higiene de manos cuando manipulemos heridas, nuestros ojos, lentillas o gafas para así disminuir las probabilidades de contaminación. Asimismo, se recomienda una correcta higiene de la zona ocular con productos específicos para ojos.
Las recurrencias por reactivación vírica son también muy frecuentes, ya que puede llegar a más de un tercio de los pacientes infectados.